13 Ago Vamos de voluntarios toda la familia
Viajar con hijos no es un obstáculo para hacer voluntariado, ¡todo lo contrario!
Tener hijos no debería impedirte embarcarte en una experiencia de voluntariado. De hecho, ser una familia mono-parental tampoco lo es. Algunos proyectos están diseñados para que tus hijos puedan disfrutar y aprender junto a ti durante esta experiencia enriquecedora.
Mientras tú colaboras en el proyecto, tus hijos, si son pequeños, pueden jugar con los niños del programa. Si tienen más de 16 años, pueden incluso participar como voluntarios, apoyando en clases o en otras actividades del proyecto. Esta convivencia será invaluable para su educación, ya que les permitirá sumergirse en otra cultura, aprender cómo viven personas de diferentes partes del mundo y probar comidas nuevas. Además, tendrán la oportunidad de practicar diferentes idiomas con otros voluntarios o con los niños locales, lo que les abrirá una nueva perspectiva del mundo.
Viajar con hijos y colaborar juntos como familia fomenta la flexibilidad, la adaptabilidad y crea recuerdos inolvidables. Sin embargo, es importante tener en cuenta algunos consejos para que esta experiencia sea un éxito.
Es necesario ser conscientes de que los ritmos y las costumbres diarias deberán adaptarse al proyecto y a las necesidades del lugar.
El voluntariado en familia no solo es una gran experiencia, sino también una oportunidad única para enseñar a tus hijos sobre las diferencias culturales y sociales, y para mostrarles que la felicidad se encuentra en las cosas más sencillas.
Este tipo de viaje te permitirá conocer mejor a tus hijos, hacer actividades juntos y, simplemente, disfrutar del tiempo en familia fuera de la zona de confort habitual.
Planificación de un viaje de voluntariado con niños
Si estás considerando un viaje de voluntariado con tus hijos, es esencial planificar bien. Dentro de las opciones de voluntariado que proponemos con voluntariado con ONG’s, la elección del destino debe ser consensuada por toda la familia, aunque la decisión final recaerá en el adulto.
Si es tu primer viaje de voluntariado con niños, es aconsejable planificar un ritmo más lento del que normalmente seguirías si viajaras solo. Debemos ser realistas y planificar un viaje sin demasiado estrés, dejando días libres para descansar y asegurando que la organización del viaje permita un equilibrio entre las actividades familiares y las tareas del proyecto.
Salud: mejor prevenir…
Si tus hijos tienen necesidades médicas especiales, es importante consultar con un médico antes del viaje. Además, es recomendable que los niños lleven una pulsera de identidad que detalle cualquier condición médica y el tratamiento necesario, lo cual puede ser vital en caso de emergencia.
En cuanto a las vacunas necesarias, es aconsejable buscar el centro más cercano a tu domicilio para obtener la información adecuada. Si tu hijo tiene intolerancias o alergias, llevar una tarjeta que explique en el idioma local las alergias y el tratamiento requerido puede ser muy útil.
Algunos destinos requieren visados, y si este es el caso, tanto los adultos como los niños necesitarán uno. Es fundamental llevar documentos de identidad válidos, como el DNI o pasaporte. Además, en algunos casos, si el menor viaja solo con uno de los padres, puede ser necesario presentar una prueba del consentimiento del otro progenitor.
Preparativos antes del viaje
En las semanas previas al viaje, podrías explorar mapas, investigar sobre la historia, geografía, fauna y flora del destino junto con tus hijos. Leer libros o ver películas grabadas en el país, como «Camino a la escuela», puede ser una excelente manera de prepararlos y sensibilizarlos sobre la experiencia que vivirán. También es una buena idea probar la cocina local en algún restaurante del destino en tu ciudad, para que los niños se acostumbren a los nuevos sabores.
Países recomendados para viajar con tus hijos y disfrutar del voluntariado en familia.
Hay varios destinos ideales para viajar con niños y disfrutar de un voluntariado en familia. Cada país ofrece una experiencia única que enriquecerá tanto a los padres como a los hijos, permitiéndoles compartir una aventura que no solo será inolvidable, sino también educativa y transformadora.
Un viaje de voluntariado en familia es mucho más que unas vacaciones; es una oportunidad de crecer juntos, de aprender y de contribuir a un mundo mejor.
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